INTERIORISMO EMOCIONAL
El entorno que nos rodea está íntimamente relacionado con nuestras emociones, por ello el espacio físico donde habitamos forma parte de nosotros mismos, observando el espacio podemos tener una compresión mas profunda de la conexión entre persona y espacio físico.
"Los lugares son capaces de generar emociones y
afectan a nuestra conducta y estado de ánimo"
Ilse Crawford
A través del Interiorismo Emocional generamos espacios armónicos, que pueden provocan un equilibrio emocional desde la mayor calma o que nos generen emociones concretas, en función de los objetivos que busquemos.
Para ello, utilizamos las técnicas de la Neuroarquitectura/Neurointeriorismo combinadas con técnicas provenientes del Feng Shui. Jugamos con los cinco sentidos con los que percibimos el mundo: la sensorialidad de los materiales, olores, texturas, sonidos...
Para ello:
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Se hace un análisis del entorno que rodea el espacio, que hay arriba, abajo, en los laterales, e incluso instalaciones a menos de 500 m, verificando que elementos pudiesen existir, que de alguna manera puedan ser perjudiciales o puedan estar influyendo en el espacio, con el fin de tomar las medidas correctoras adecuadas.
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Se realiza un análisis de la geometría del espacio, la cual puede influir de una forma u otra a las personas que habitan en él.
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Se verifica si todos las estancias cumplen con su función y si todas las funciones tienen un lugar adecuado para su desarrollo.
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Se estudian los puntos fuertes y débiles del espacio.
Una vez marcados los objetivos del espacio, procedemos al diseño donde se conjugan los siguientes aspectos:
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Se eligen colores, formas y materiales en relación a las cualidades que queramos otorgarles al espacio, para que transmitan las emociones y sensaciones buscadas.
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Se realiza un estudio detallado de la iluminación, se analiza la iluminación natural con el fin de diseñar una adecuada iluminación artificial, para generar y crear ambientes determinados.
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Se trabajan con los distintos sentidos, añadiendo al visual que es donde se centra el diseño, el resto de sentidos:
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El tacto, se estudian las diferentes texturas. Una superficie rugosa invita a tender la mano para tocar, una suave o espumosa ayuda a la relajación.
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El oído, buscamos el estimulo con musicoterapia. El objetivo es generar espacios con la intimidad acústica adecuada a cada momento.
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El olfato, generando sensaciones olfativas. Incluimos la aromaterapia y los olores diseñados y asociados a las marcas.
"El desconocimiento del estado de los espacios no nos exime de los efectos que nos producen"
L´Interior